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jueves, 10 de septiembre de 2009

Los orígenes de la Publicidad en EE.UU a través de la colección The R.C. Maxwell Company

En esta entrada vamos a recordar los orígenes de la publicidad exterior a través de una de las empresas pioneras en cartelería exterior como fue The R.C. Maxwell Company. Su magnífica colección consistente en más de 35.000 fotografías profesionales de sus vallas publicitarias tomadas desde el año 1917 hasta la década de los 90 fue donada en 1996 a la Universidad de Duke por David C. Maxwell. Una pequeña parte de estas fotografías la podemos visionar en la colección digital Emergence of Advertising in America de la Universidad de Duke pero suficiente para permitirnos disfrutar y observar la excelente publicidad exterior que The R.C. Maxwell desarrollaba en entornos rurales, coches, personas, tiendas, paseos marítimos y playas, localizadas en varias ciudades de la costa Este americana, Nueva Jersey, Filadelfia, Atlantic City, etc.

La industria de la publicidad comenzó a adquirir una estructura moderna en los EE.UU. a mediados del siglo XIX, hasta entonces la publicidad consistía en pequeños carteles que se pegaban en cualquier pared o espacio disponible. Años después las mejoras tecnológicas en la imprenta hicieron posible imprimir hojas más grandes que montadas en varias piezas podían crear carteles muchos más grandes. Los circos y los teatros fueron los primeros que utilizaron esta nueva forma de publicidad pero pronto estos carteles con soporte de madera se montaron a lo largo de las líneas de ferrocarril. En la década de 1870 la revolución litográfica en color permitió que estos carteles se pudieran imprimir en llamativos colores a la vez que se mejoraba el diseño. La industria en su conjunto en 1872 vio la necesidad de organizarse buscando la normalización de las estructuras donde montar carteles. En 1900 se alcanzó el acuerdo para el diseño de una estructura que podía contener un número variable de hojas para cada anunciante de 42”x 28” de tamaño. Esta normalización supuso un paso importante para la aceptación de los carteles como soporte publicitario válido y frenar a los movimientos que surgieron en contra de la colocación de carteles en la vía pública.



Cartel de Sales de Bromo para el dolor de cabeza en 1918


Newark 1921

The RC Maxwell Company fue fundada en el año 1894 en Trenton (Nueva Jersey) por el entonces joven pintor de 21 años Robert Chester Maxwell. Hasta su venta en el año 2000 fue la empresa más antigua de publicidad exterior que existía.

En el siglo XIX el ferrocarril era el principal medio de transporte, Maxwell comenzó su negocio construyendo en estructuras de tablas de madera, donde colocaba grandes carteles publicitarios para ser vistos por los viajeros. Con la llegada del automóvil su negocio se amplió con vallas publicitarias a lo largo de la creciente red de carreteras y autopistas donde durante muchos años han estado informando a los automovilistas hasta convertirse en parte de la cultura norteamericana.

Publicidad en el ferrocarril 1925

Publicidad de J.E. Stevenson en 1921

Cerca del tunel de Lincol en Pennsylvania 1922

Con el desarrollo de la bombilla incandescente después de la Primera Guerra Mundial, la empresa empezó a crear en 1917 carteles de publicidad con electricidad. Maxwell vio un gran potencial en estos espectaculares carteles y montó en Atlantic City una planta para la fabricación de carteles publicitarios eléctricos.
Altantic City 1920

Paseo marítimo Atlantic City 1920
Panoramica de Atlantic City 1921

Son muy numerosos los carteles que se colocaron en Atlantic City pero entre las creaciones de esta filial destaca el gigante termómetro de 50 pies de altura para Colgate, colocado en un edificio en el Boardwalk o paseo marítimo de Atlantic City en 1922, donde se menciona como el termómetro más grande del mundo.

Termometro de Colgate en Atlatic City 1920

Carnaval 1924 de Atlantic City

Atlantic city Boardwalk en 1924
El que se construyó en 1926 para la firma de cigarrillos Chesterfield localizado en Steeplechase Pier entre la Avenida de Pennsylvania y el paseo marítimo de Atlantic City, fue el más grande, bonito y espectacular anuncio eléctrico del mundo. El mismo estaba compuesto de 26.000 bombillas que durante los 75 segundos de duración de un ciclo y en 27 etapas se iban encendiendo para terminar en una explosión de oro y blanco antes de apagarse completamente y comenzar de nuevo.


Construcción anuncio de Camel en Atlantic City 1924

Construcción anuncio Lucky Strike en Atlantic City 1925

Atlantic City 1925 Boardwalk

La colección de fotografías de Maxwell RC Company son importantes no sólo por su contenido publicitario sino porque también nos muestras paisajes urbanos y rurales de una época bastante lejana constituyendo las mismas, un valioso documento de la cultura americana de los primeros años del siglo XX.
Atlantic City 1925 Boardwalk

Todas las fotografías expuestas en esta entrada pertenecen a la Duke University y se pueden encontrar en este enlace para un uso no comercial de las mismas.
http://library.duke.edu/digitalcollections/eaa/browse/maxwell/

Forman parte de la libreria digital de la Universidad de DuKe: Emergence of Advertising in America
http://library.duke.edu/digitalcollections/eaa/
Recomiendo hacer clik en las fotografías para verlas ampliadas.

14 comentarios:

cechave dijo...

Me ha encantado este post-reportaje, muy curiosas las fotos.

Es más, se podría hacer perfectamente un estudio sociológico del pais, a traves de las imágenes publicitarias, ya que marcan la tendencia de esa época y lugar concreto.

Juanjo Rubio dijo...

Estoy con Cechave, ha sido un post genial.

Saludos.

Luis Gonzalez dijo...

@Cehave : Me alegra que te haya gustado, personalmente a mí me gustan bastante las fotografías antiguas, son documentos impagables para observar la forma en que se vivía en aquellos años, y como bien dices en este caso observar como con el paso de los años y a través de la publicidad comprobar los distintos avances tecnológicos de la sociedad americana de los felices años 20, tanto en los medios utilizados como en los productos publicitados.

Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

@Juanjo: Gracias por el elogio y por el comentario, pero todo el merito son de las excelentes fotografías con las que cuenta la Universidad de Duke y a la generosidad del Sr. Maxwell para donarla y poder ser disfrutada por todos.

Desconozco si existe algún tipo de fotografías publicitarias de esos años en España pero podría resultar curioso observar las diferencias culturales y sociológicas así como tecnológicas entre nosotros y los estadounidenses.

Un abrazo para ti también Juanjo.

rudy spillman dijo...

Rick, qué interesante archivo has traído aquí. Recuerdo en mis años mozos, estudié 2 años de publicidad. Siempre me ha apasionado la originalidad y el buen gusto en estos medios aunque nunca me dediqué. Aún hoy mi pasión publicitaria me lleva a interesarme por los certámenes internacionales y otros materiales de ese mundillo.
Muchas gracias por el artículo.
Abrazos.

Wunderkammer dijo...

Qué entrada tan interesantísima, Rick. Las fotografías son una verdadera maravilla, al igual que todo lo que nos cuentas.

Luis Gonzalez dijo...

@Rudy: A mí también me interesa bastante el mundo de la publicidad, hay buena y mala, pero cuando es buena pueden convertirse esos spot en atenticas obras de arte.

Muchas gracias por tu comentario y un saludo amigo.

@Wunder: Estoy de acuerdo contigo en que las fotografías son una maravilla, un ejempplo del legado histórico que nos han dejado nuestra generación anterior. En una reciente y como siempre exquisita entrada tuya comentabas que Kodack dejaba de fabricar su carrete de película fotográfica. Yo te comente sobre el peligro que esto suponía por la fragilidad de los archivos digitales y me pregunto si nosotros dentro de 100 años podremos dejar las generaciones futras fotografías como las que ellos nos han dejado a nosotros.

Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

Wunderkammer dijo...

Gracias, Rick. Mientras leía la entrada me imaginaba toda esa gente que vivía en Atlantic City y cómo se sentirían al poder contemplar todos aquellos anuncios llenos de luces.

Anónimo dijo...

La publicidad, aunque sea perniciosa, tiene su parte atrayente. La magia de vendernos nuestros propios sueños.
Que buena entrada.
Salu2

Balovega dijo...

Holaaaa...

Que bellas fotografías de la época.. me han encantado tu entrada.. esta genial...

Un abrazo grandote

Julio dijo...

Me encanta esta entrada!! A mí las fotos que muestran la evolución publicitaria y el contexto social de la época, me fascinan.

Será eso de que "hay que saber de dónde venimos para saber lo que somos", o algo así.

¡Un abrazo Rick!

Helen Maran dijo...

Hola querido amigo y seguidor paso por tu casa ,porque mi blog Meditaciones en el Mar Rojo cumple su 1er aniversario y lo festejamos dando regalos y premios que te esperan,abrazos de luz desde israel de Helen.

Luis Gonzalez dijo...

@Balovega, @Julio, @Helen; Gracias por vuestras amables palabras y felicidades Helen por el primer aniversario de tu genial blog y sobre todo perdonar por el retraso pero es que he estado bastante liado...

Anónimo dijo...

muy buen post. justo mi maestra de historia artistica me pidio la publicidad en entorno a paises.
esto me vino como anillo al dedo
te felicito por el post

y me ayudaste mucho

Luis Gonzalez dijo...

Me alegro que esta entrada te haya ayudado a realizar tu trabajo y gracias por tu comentario, se agradece.

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