El día 11 de Febrero de 2009 se aprobó por parte del Congreso Norteamericano el proyecto de ley de estimulo fiscal por valor de 838.000 mil millones de dólares para el rescate de la economía, era el primer punto del llamado Plan de rescate Obama , el segundo punto es el rescate financiero, y en estos días se empiezan a conocer los detalles para su aplicación, se están planteando entrar en el capital de los bancos más importantes norteamericanos después de aplicarles su llamado “stress test” y comprobar su viabilidad, acompañado de ayudas para personas con problemas en el pago de sus hipotecas.
De momento estas noticias no han supuesto ninguna mejora en los mercados bursátiles, y los valores más castigados han seguido siendo los bancos pero es de esperar que conforme se vayan viendo los resultados los mercados se estabilicen.
El plan habla de una nacionalización parcial o total de bancos, se comenta estos días de una posible entrada en Citigroup, y para un defensor del liberalismo económico como soy yo, la noticia le produce tristeza, al comprobar cómo los excesos cometidos por los grandes gestores de la banca de ganar dinero rápido, con el propósito de obtener a final de año sus bonus por objetivos cuantitativos alcanzados, y no cualitativos como lamentablemente se ha comprobado a posteriori, acompañado de una regulación por porte de los bancos centrales que ha resultado ser insuficiente, ha provocado una crisis en el sistema financiero.
La pregunta es: ¿La solución a la crisis financiera, es la nacionalización?, yo pienso que si, la inyección de liquidez que nuestro Gobierno está concediendo a nuestros bancos y cajas no está resultado una medida eficaz para la mejora de nuestros indicadores económicos, al final más pronto que tarde, el Estado tendrá que entrar en el accionariado de bancos en dificultades, pero con un plan de viabilidad para su reflotación, cambiar los gestores, corregir excesos, sanear sus balances, y reanudar la concesión de créditos a las empresas y a los particulares.
La proporción en la que entre el Estado en el capital de los bancos dependerá de las necesidades del propio banco, será un proceso lento, difícil, durará años, pero ahora la veo como “la gran solución”, es preciso tener un sistema financiero que de confianza a la economía, y en este momento el Estado es el único en disposición de darla.
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