A mi familia, amigos y compañeros les he narrado varias veces la noche que viví el pasado 13 de diciembre de 2008, cuando nos juntamos después de 25 años, 158 antiguos compañeros de Maristas de la Merced para celebrar las bodas de plata de nuestra promoción de 1983.
Me cuesta mucho trabajo expresar con palabras todos los sentimientos y emociones que esa noche afloraron en todos nosotros, motivo por el que he ido posponiendo esta entrada, pero por otro lado, siento la necesidad de hacerlo, para que cuando pasen los años, no olvidar todo lo que sucedió en esa Noche Mágica.
Desde el primer momento que tuve conocimiento de la celebración, el pasado mes de Mayo, ésta me hizo mucha ilusión, no todo el mundo tiene la posibilidad después de 25 años de encontrarse con la gran mayoría de los que durante bastantes años fueron tus compañeros y amigos y que por unas u otras circunstancias se van alejando de tu vida, supongo que a todos nos sucedió lo mismo, el caso es que pasó el verano y en septiembre nuestro compañero T. empezó a mostrarnos en la web que estaba confeccionando unas antiguas fotografías de nuestros viajes de estudios y las típicas fotografías de grupo de cada clase, os puedo asegurar que con el simple hecho de ver esas fotos, la mayoría inéditas para mí, empezó mi vuelta al pasado, momentos con antiguos compañeros, anécdotas perdidas, lugares ya olvidados, pero sobre todo una inmensa alegría por empezar a saber de muchos compañeros de los que desconocía todo de su vida, durante los últimos 25 años.
Las siguientes semanas fueron muy intensas, cada día se añadían nuevos nombres a la lista de asistentes, “google” no paraba de darnos alegrías cuando encontrábamos a un compañero que estaba en situación de “desparecido”, la web se lleno de contenido y de fotos enviadas por todos nosotros, en nuestro blog la ilusión por el reencuentro era mayor cada día, y como en la película “La tormenta perfecta” se iban produciendo todas las condiciones y acontecimientos para que esa noche fuera nuestra Noche Mágica, incluso la lluvia que nos acompañó en los actos del Colegió contribuyó a que estuviéramos todos juntos en el claustro, lo que facilitó el reencuentro.
Con la ilusión ya olvidada de un niño en su noche de Reyes, esperamos la llegada del gran día. Estábamos convocados a las 6.30h en el colegio, enseguida besos y abrazos con todos, y casi sin darnos cuenta rejuvenecimos 25 años. En nuestra acreditación se mostraba una fotografía nuestra de la época en el colegio y aunque todos habíamos cambiado físicamente pronto empezamos a comprobar que aunque 25 años son muchos, el carácter, de cada uno seguía siendo el mismo.
El magnífico entorno, el Colegio sigue tan bonito como siempre, acompañaba para nuestra transformación, el acto en la Capilla, el recorrido por nuestras antiguas clases, las risas y emociones que se vivieron en el salón de actos, todo influía para que durante unas pocas horas volviésemos a tener todos 18 años.
Cuando eres muy joven, tienes algunas tonterías en la cabeza, una de ellas es la pertenencia a un grupo o pandilla y olvidarte de otros que durante un tiempo fueron compañeros tuyos de clase, y no valorar lo importante que es seguir conservando esa amistad, yo esa noche tenía varias asignaturas pendientes con algunos de ellos, esa noche aprobé muchas, todos aprobamos muchas, ya no existía ni el tonto, ni el empollón, ni el pelota, ni el gamberro, ni el guapo, ni el feo, de la clase, todos estábamos con todos, en muchos casos conociendo a compañeros que valen mucho la pena y que en los años del colegio apenas habías tratado con ellos.
Después de la cena en el Siete Coronas, un grupo empezó a tocar en directo canciones que han formado parte de nuestra vida, muchas de ellas auténticos himnos de nuestra generación, estábamos ya plenamente inmersos en los años 80.
Muchos saludos, muchos besos, muchas conversaciones con un@s y con otr@s, muchos bailes, muchas fotos y casi sin darnos cuenta, como si todo hubiera trascurrido en unos pocos minutos, todo finalizó.
La noche pasó muy deprisa, falto mucho tiempo, afortunadamente nos juntamos muchos y a todos se nos quedaron muchas cosas que contar y algún saludo que dar.
A la mañana siguiente los comentarios en nuestro blog eran unánimes, había sido una Noche Mágica, y no podíamos tardar otros 25 años en juntarnos de nuevo, en el 2010 si todo sale bien volveremos a vivir un nuevo encuentro que estoy convencido que también sera Mágico.
Este post está dedicado a todos mis compañeros, a la Comisión organizadora por su excelente trabajo y en recuerdo de Antonio Perez.
Canción: Chica de Ayer de Nacha Pop, interpretada el 30 de septiembre de 2006 en el Teatro Monumental de Madrid con la Orquesta de RTVE, reencuentro de Nacha Pop después de muchos años sin tocar juntos.
Foto: Toda la promoción de Maristas de 1983 en el Siete Coronas(pinchar en ella para ampliarla)
4 comentarios:
Me ha emocionado leer como vivisteis esa maravillosa noche. Espero que cuando me toque a mí celebrar mis veinticinco años la experiencia sea la mitad de enriquecedora que la vosotros habéis tenido.
LIAN
La verdad es que merece mucho la pena vivir la experiencia de re-encontrarte con los que un día fueron tus compañeros y en muchos casos amigos y que por los caprichos del destino hacia 25 años que no sabias nada de ellos.
Si todo ello viene acompañado de una extraordinaria Comisión organizadora, que empezó muchos meses antes del encuentro a trabajar en la misma, bien localizando a compañeros, trabajando en la web, los actos del colegio, los regalos, la cena, la orquesta, el encuentro no podia salir de otra manera que perfecto.
Un saludo Lian, muy agradable la cena el pasado fin de semana.
Hace unos días releí la entrada de comentarios de nuestra promoción (Maristas Málaga) y viene a mi memoria la celebración de nuestra promoción. También he tenido la oportunidad de ver vuestro blog y comparto todas vuestras emociones. Aunque en distintos lugares todos somos semejantes, sobre todo si hemos tenido la suerte de vivir una infancia y adolescencia feliz (cada uno con sus matices).
Yo leí vuestra web antes de nuestra celebración, todos vuestros comentarios, vuestras anécdotas, para ir preparándome a lo que yo iba a vivir unos meses después, en un principio me parecieron en muchos casos unos comentarios exagerados, posteriormente al celebrar la nuestra os entendí a todos vosotros, la realidad superó a todo lo que me podía esperar, todos recordaremos esa noche como noche “especial”.
Para mi te olvidas de una cosa importante, en gran parte somos semejantes por haber tenido la suerte de pasar por un colegio Marista, estudiamos con los mismos libros, nos enseñaron las mismas cosas, los profesores eran distintos pero el espíritu Marista era el mismo, no digo que sea el mejor colegio, pero yo no lo cambiaría por ningún otro.
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