La Cigarra Y La Hormiga

Hace unos días me llegó un correo con una versión adaptada sobre el clásico cuento de La Cigarra y La Hormiga, no es cuestión de reproducirlo pues contiene bastantes exageraciones pero el fondo del mismo creo que si es correcto.

Unos se han comportado como cigarras estos últimos años, viviendo al día, algunos incluso por encima de sus posibilidades, sin pensar que todo en la vida tiene un fin, otros en cambio pensando en el futuro se han dedicado a trabajar, ahorrar y no malgastar, todos me entendéis lo que quiero decir.

Yo pienso que en el cuento, la hormiga se comporta injustamente con la cigarra, no se la puede dejar morir, pero tampoco es justo que aquella, mantenga a esta, después de haber pasado todo el verano cantando.

En España, estamos acostumbrados al proteccionismo del Estado a través del llamado “Estado del Bienestar”, este concepto como tal me parece perfecto, pero tampoco es justo que aquellos que se han comportado como hormigas, que han construido su refugio, y se han aprovisionado para el duro invierno se vean perjudicados al mantener ellos el “Estado del Bienestar”.

El mantenimiento de estas políticas sociales son cada día más costosas debido, entre otras causas, a que por desgracia tienen que atender a más personas, pero comprobamos que en estas, aparecen nuestras hormigas como las grandes olvidadas, en todo, menos a la hora de pagar sus impuestos.

Desde aquí reivindico los derechos de nuestras hormigas, a las cuales también se les hace crudo el invierno, a pesar de haberse preparado para el mismo, pero es que este invierno es más duro de lo que pensábamos y por tanto también merecen que se acuerden de ellas en estos momentos.