Durante algunos años mientras estaba en mi querido colegio, se repetía una pregunta tan típica como el “¿Estudias o trabajas?, y esta no es otra que: “¿De ciencias o de letras?”
Desde hace un par de meses con motivo de la cena del 25 aniversario de la promoción de Maristas de La Merced de Murcia, he vuelto escuchar las palabras; “los de ciencias y los de letras”.
Yo soy de ciencias, sociales pero de ciencias, y en su momento pensé que ser de ciencias tenía muchas más ventajas que ser de letras quizás como un auto convencimiento de que estaba eligiendo la mejor opción, o quizás también por el dicho: “El que sabe, sabe y sino a letras”.
Yo soy de ciencias, sociales pero de ciencias, y en su momento pensé que ser de ciencias tenía muchas más ventajas que ser de letras quizás como un auto convencimiento de que estaba eligiendo la mejor opción, o quizás también por el dicho: “El que sabe, sabe y sino a letras”.
Mi vida por tanto he estado siempre rodeada de números, números que me servían para planificar y gestionar tanto mi economía personal como mi vida profesional, y que al final te influyen en tu comportamiento y en tu forma de ser, así como en la toma de muchas de tus decisiones.
El concurso de televisión “Cifras y Letras”, sirvió a mucha gente para darse cuenta de la importancia de compaginar ambos aspectos, y aprovechar las ventajas de los dos campos de conocimiento.
Siempre me he alegrado de la elección que hice, “ser de ciencias”, pero con el paso del tiempo vas descubriendo las cosas que se perdieron con tu elección, algunas las he intentando recuperar, otras por el contrario son ya difíciles de lograr y muchas muy difíciles de cambiar.
Así que ya sabéis, si encontráis, faltas de ortografía, de puntuación, sintaxis, en este blog, me tendréis que perdonar, soy de ciencias.
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